Una empresa practica el Business Intelligence cuando posee una visión total de los datos de la organización y es capaz de extraer insights que le permitan tomar decisiones, hacer cambios importantes eliminando procesos ineficaces y adaptarse a las demandas y necesidades del mercado.
Así, se puede definir la inteligencia empresarial como el conjunto de procesos, tecnologías y métodos que permiten recopilar datos y transformarlos en información que después se puede capitalizar en la empresa. Por tanto, el Business Intelligence es un factor estratégico importante de un negocio y su correcto uso permite responder de forma eficiente a los problemas de la empresa.
Nuevos procesos para la toma de decisiones informadas
Aunque el Business Intelligence no es una disciplina completamente nueva, lo cierto es que con el paso de los años ha evolucionado enormemente. Sobre todo, de la mano del desarrollo tecnológico, ya que a medida que la cantidad de datos disponibles va en aumento, también es necesario desarrollar sistemas y metodologías inteligentes para su recogida y posterior análisis.
Aunque originalmente el Business Intellingece era una sistema para compartir información entre organizaciones, aplicarlo hoy a las organizaciones significa tener una importante ventaja competitiva. En cuanto a sus procesos, la inteligencia empresarial incluye:
- Métricas de rendimiento. Recopila tanto los datos actuales como los datos históricos y los compara para realizar un seguimiento de los objetivos organizacionales.
- Minería de datos. Es capaz de detectar tendencias en grandes conjuntos de datos a través del aprendizaje automático, las bases de datos y las estadísticas.
- Análisis descriptivos. Utiliza tecnologías de inteligencia artificial para analizar datos y elaborar informes sobre qué ha sucedido.
- Análisis estadísticos. Una vez que determina el qué, realiza análisis más profundos para detectar el cómo ha sucedido y por qué se ha producido determinada tendencia.
- Visualización de datos. Convierte los números en representaciones visuales que ayudan a entender los datos fácilmente.
El Business Intelligence ayuda a las empresas a mejorar su eficiencia
La importancia del Business Intelligence se resume en que permite a las organizaciones tomar decisiones informadas al mostrar datos históricos y realizar evaluaciones comparativas.
Algo que, sin duda, incrementa la eficiencia de la organización a todos los niveles, tanto internos, como externos. Atendiendo a sus principales ventajas, se puede decir que el Business Intelligence:
1.- Ayuda a conocer en profundidad a los clientes
Una de las bases de cualquier actividad empresarial es resultar competitiva en el mercado y obtener una gran cartera de clientes. Al fin de cuentas, lo que se intenta es alinear los objetivos empresariales con las necesidades reales del público objetivo.
El Business Intelligence a través de procesos de ingeniería de datos y el seguimiento histórico de los mismos es capaz de recopilar información desde multitud de fuentes sobre las audiencias y analizar su comportamiento.
De esta manera, una organización puede esbozar más fácilmente a su buyer persona, y entender qué es lo que realmente inspira a su público. Un conocimiento que, después, puede utilizar para crear nuevas estrategias y alcanzarlo de forma más efectiva.
2.- Identifica nuevas oportunidades de negocio
Tal y cómo identifica patrones de comportamiento en los usuarios, el Business Intelligence también es útil para analizar a la competencia y al mercado en general. Lo que supone una gran oportunidad para detectar oportunidades de negocio.
Todos los insights obtenidos pueden ser aplicados para tomar decisiones estratégicas. Desde los procesos más básicos, hasta el posicionamiento de productos, el establecimiento de precios, etc. Asimismo, permite abordar decisiones más complejas, como puede ser un cambio de dirección estratégica en la empresa.
3.- Ayuda a optimizar recursos
Gracias al Business Intelligence, las empresas no necesitan recopilar la información ni analizarla de forma manual. Algo que, de hecho, a día de hoy resulta inviable, puesto que el flujo de datos es enorme. Una plataforma de Business Intelligence se encargará de extraer esa información y elaborar informes de forma automática, lo que supone un gran ahorro de tiempo.
Por otro lado, la inteligencia empresarial también puede aplicarse a los procesos internos de una organización. No solo supone una gran ahorro de tiempo en supervisar tareas y rendimiento, sino que permite compartir la información a todos los empleados y hacerla accesible a todo aquel que la necesite en tiempo real. Algo que directamente incide en la productividad del equipo humano, ya que obtiene los datos cuando los necesita y puede concentrarse mejor en su trabajo.
4.- Se adelanta a los problemas
Uno de los valores más importantes de una empresa es su reputación. Por tanto, es de vital importancia tener un plan de contingencia y saber protegerla cuando surgen escenarios que puedan poner en entredicho la imagen de marca.
El Business Intelligence permite obtener información veraz de lo que está ocurriendo alrededor de tu marca, el mercado y la competencia. Pero también lo que ocurre externamente al sector y hacer predicciones de futuras tendencias que puedan afectar a la organización.
Esta disciplina requiere de herramientas y tecnologías avanzadas para hacerse aplicable a las empresas y ofrecerles un alto valor competitivo. De lo que se trata es de construir modelos predictivos basados en el proceso de toma de decisiones de los consumidores para optimizar las inversiones en acciones de marketing tanto estratégico como táctico.
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