La industria energética se encuentra inmersa en un inmenso proceso de innovación. El motor de ello son las demandas sociales y los importantes cambios impulsados por la transformación digital. Entre ellos se encuentra la industria 4.0, el auge de las soluciones basadas en inteligencia artificial (IA) y los grandes avances en el Internet de las Cosas. Por ello, la comunicación en el sector energético ha de amoldarse a esta nueva realidad.
En esta tesitura, la industria no solo tiene que mantenerse como un referente en innovación: es necesario abordar la manera de comunicar y valorar como es debido la contribución a la sociedad y los modelos de gestión. Es preciso trabajar de manera integral y transparente todo impacto en de modelo de gestión y, por lo tanto, en la reputación percibida por cualquiera de sus stakeholders.
Objetivos principales de la transición energética
Estos son 5 de los grandes temas que coparán la comunicación en el sector energético en los próximos meses:
1.- Sostenibilidad
Las empresas del sector tienen que seguir trabajando para demostrar que se están dirigiendo hacia un modelo de explotación más sostenible. Es imprescindible cumplir con las exigencias que demanda la sociedad actual.
Grandes corporaciones están dando pasos relevantes, como clausurar centrales térmicas, apostar decididamente por energías renovables (fotovoltaica, eólica, etc.), o la producción de activos con técnicas de menor impacto en el medioambiente. La comunicación debe estar centrada en estos grandes avances como forma para conectar con la gente.
Un hito dentro de esta renovación lo protagonizó el prestigioso diario The Guardian en 2019. Modificó su libro de estilo para sustituir el término «cambio climático» por «emergencia climática«.
2.- Demostrar excelencia en la eficiencia productiva y de operaciones
En estos momentos es necesario regular y hacer eficiente el modelo de producción, con la inversión tecnológica y recursos necesaria. Los procesos de I+D han de estar acompañados por otros complementos. En este grupo se encuentran las cooperativas y soluciones que permitan gestionar la demanda energética a medida de cada cliente.
El Foro de Davos de este año ha demostrado que estamos ante un fenómeno global. Países europeos reclaman una agenda y postura común en materia de comercio, tecnología y energía. Este pacto recibe el nombre de «Green Deal«.
3.- Transformación digital
El sector lleva años inmerso en un proceso de transformación que ha que ha revolucionado la producción, almacenamiento y distribución de energía. Las nuevas tecnologías van a permitir conocer mejor las necesidades del cliente, para, de este modo, reducir costes e incrementar la eficiencia de las comunicaciones.
El Informe de Madurez Digital en España 2018, publicado por Minsait (Indra), demuestra que las tecnologías digitales permiten optimizar los procesos de fabricación, aumentando la visibilidad, la automatización y la trazabilidad de las operaciones. Así, se refuerza el rendimiento de las empresas y su vínculo con su comunidad.
La comunicación para las empresas energéticas pasa por la segmentación y personalización. Las publicaciones y campañas sobre nuevos productos y servicios que surjan en el futuro sobre estilo de vida y consumo energético estarán adecuados a lo que quiere el cliente.
4.- Aumento de la presión regulatoria
El entorno regulatorio pretende responder a las necesidades del consumidor en el contexto del marco de actuación de las empresas. Estas, además, son conscientes de que cualquier movimiento ciudadano tiene un reflejo muy importante en su reputación.
En tiempos recientes han sucedido varios ejemplos. Entre ellos destacan la norma que establecía los criterios para el cierre de centrales térmicas o el acuerdo que añade seguridad a la retribución de las energías renovables y que trata de sentar las bases para impulsar una transición energética justa.
5.- Frenos y palancas de reputación al sector y sus actores
La veracidad y objetividad deben ser primordiales para toda empresa que trabaje en el sector energético. Pero hay que tener cuidado con las noticias y opiniones que pueden poner en riesgo la integridad de la marca. Un paso en falso puede ser determinante para quedar marcados negativamente para siempre por la sociedad.
En situaciones de esta índole, proporcionar una adecuada respuesta en la gestión de los activos intangibles es imprescindible para lograr escalar puestos en la opinión pública.
La reputación, tal y como señala el III estudio Marcas con Valores, es uno de los activos más importantes que tienen las empresas. Asimismo, tienen el deber moral de tomar partido ante los desafíos sociales y medioambientales.
Debido a todo lo mencionado previamente, es vital para las empresas energéticas analizar y entender en qué medida repercuten las diferentes informaciones en su potencial consumidor y su entorno. También como esto influye en la gestión de sus activos intangibles y en su reputación.
La comunicación en el sector energético, además, requiere de un seguimiento continuo. Para ello, es preciso contar con las mejores herramientas. Acceso360 pone a tu disposición un clipping de seguimiento de noticias con una cobertura de más de 800.000 medios online y redes sociales.